“Yo soy como soy hoy gracias a lo que fui y me considero muy afortunado porque después de treinta años todavía seguimos aquí”. Así de rotundo se muestra Robert de Niro en una entrevista con Efe con motivo del estreno de “Grudge Match”, una película en la que vuelve al ring junto a Sylvester Stallone.

Un proyecto que ha hecho regresar a estos dos mitos del cine a un espacio que les ha dado grandes éxitos: un ring de boxeo, aunque en esta ocasión interpretando a dos boxeadores retirados lejos de su momento álgido profesional.

Y si algo tenía claro De Niro es que Stallone tenía que estar en esta película, dirigida por Peter Segal.

“Desde el principio supe que esta película debía aparecer Sylvester Stallone para que valiera la pena”, explicó De Niro.

La película muestra en un tono cómico los fracasos y aspiraciones de dos boxeadores ya retirados, como ocurre en la mayoría de sus películas.

Stallone encarna a “Razor”, con problemas económicos y un pasado que aún no ha conseguido dejar atrás, mientras que De Niro encarna a otro boxeador, el orgulloso “The Kid”, que detrás de su altivez también tiene asuntos pendientes que resolver.

EFE