La legendaria franquicia internacional de videojuegos de carreras, se traspasa a las pantallas de cine con la primera adaptación de la saga del juego ‘Need For Speed’, presentada por DreamWorks Pictures, marca un emocionante retorno de la cultura automovilística de las décadas de 1960 y 1970, cuando la autenticidad de ese mundo otorgó un nuevo nivel de intensidad a la acción en la pantalla.

La película gira entorno a Tobey Marshall (Aaron Paul), un mecánico que compite con automóviles de gran potencia en un circuito no autorizado de carreras callejeras. En su lucha por mantener el taller de su familia a flote, se asocia con el adinerado y arrogante ex piloto de NASCAR Dino Brewster (Dominic Cooper). Esta nueva relación le traerá una traición que lo llevará a la cárcel, para que luego de su liberación busque vengarse por haber siso inculpado falsamente.

La película utiliza los mismos recursos que el videojuego para transmitir la intensidad de las carreras y la potencia de los increíbles vehículos que compiten.

Basada en la saga de videojuegos creada por Electronic Art, está producida por Patrick O’Brien, John Gatins y Mark Sourian, y dirigida por Scott Waugh.