Tras varias sentencias de cárcel y trabajo comunitario, entradas y salidas de centros de rehabilitación y un daño irreparable en su carrera, Lindsay Lohan es quizás uno de los ejemplos más emblemáticos de lo que puede ocasionar la irreflexión en la juventud.

Recientemente, “la chica mala de Hollywood” se dejó ver con unos labios muy hinchados y con apariencia poco natural. Algunos críticos aseguran que la actriz se excedió con el uso de inyecciones de colágeno.

Asimismo,se estima que otro de los ‘retoques’ cosméticos de Lindsay incluyó una cirugía de barbilla.