Elijah Wood declaró en esta jornada que “los personajes con conflictos internos representan un reto y siempre funcionan a múltiples niveles”, si bien en el plano personal, asegura, que espera que “no haya mucho” de él en Frank (el psicópata de “Maniac”) y sí cree que hay mucho de Frod (el personaje de la trilogía de El Señor de los Anillos).

De los personajes que escoge le atrae que le aporten experiencias y que supongan un reto para él, pero “por encima de todo”, lo que más le decide es que el “proyecto íntegro” le guste.

No oculta cierta satisfacción por haber encarnado a un psicópata en “Maniac”, algo que rompe su tradicional imagen angelical. “Los personajes buenos son a veces un poco aburridos”, bromea.

No descarta el joven actor pasar algún día a la dirección y añade: “Me encanta todo el proceso y a medida que me hago mayor le presto más atención e intento involucrarme más en el proceso creativo, más allá de interpretar”, sin embargo aunque le encanta la idea todavía no ha encontrado un proyecto estimulante.

Para afrontar el difícil paso de niño actor a adulto no tiene una receta universal, pero en su caso en la “transición perfecta” tuvo mucho que ver su familia y cita de manera especial a una “madre increíble”, que desarrolló “un sentido del equilibrio” y permitió que tampoco se tomara el mundo del cine de manera muy seria.

Además, tuvo la suerte de que ninguna de sus primeras películas se hicieran muy famosa cuando era niño. EFE