La Policía española detuvo al director de cine porno Pablo Lapiedra, que está acusado de prostituir y grabar a menores de edad colombianas en películas que después vendía a través de varias páginas de Internet, con las que obtenía importantes beneficios económicos.

Las jóvenes, de origen humilde, eran engañadas, ya que Lapiedra les decía que se trataba de un “cásting” y les daba documentación falsa para que pudieran pasar por mayores de edad.

Fuentes de la investigación informaron a EFE de que el detenido grababa películas pornográficas con las menores y diferentes actores masculinos en largas jornadas, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde, por poco más de 700 euros (unos 990 dólares).

La investigación se inició a finales de 2008 cuando la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía española, en colaboración con la Policía Nacional de Colombia e Interpol, detectó una red que se dedicaba a prostituir a adolescentes en el país latinoamericano.

La denuncia partió del rector de un instituto de Medellín después de que varios alumnos alertaran de que una compañera, de 16 años, aparecía protagonizando un vídeo pornográfico, en el que la chica era vejada por dos hombres, que también la insultaban junto a la persona que grababa la película.