Luego de haber superado la anorexia y la adicción a los fármacos, ahora Demi Moore lucha por ayudar a su hija a Tallulah, quien hace unas semanas ingresó a rehabilitación para luchar contra su adicción a las drogas y al alcohol.

Al parecer, la actriz no puede evitar culparse a sí misma de haber transmitido sus propios problemas a la benjamina de la familia, una convicción que la ha sumido en una profunda tristeza.

“Tallulah está progresando poco a poco, pero Demi está destrozada. Está convencida de que ha heredado de ella sus problemas con el alcohol y las drogas. Su hija mayor Rumer está muy preocupada, y está tratando de ayudarle a superar este trauma. Pero Demi no para de llorar”, aseguró una fuente a la revista Grazia.

Sin embargo, la familia de Bruce Willis están convencidos de que tanto Demi y el actor, padre de Tallulah (20), Scout (23) y Rumer (26), han tomado la decisión correcta obligando a su hija a ingresar en una clínica para seguir un tratamiento intensivo.

“Sus allegados no paran de repetirle que ha hecho lo mejor para Tallulah convenciéndola de que acudiera a rehabilitación, pero no puede evitar sentirse culpable. Por el momento lo único que puede hacer Demi es apoyar a su hija y esperar que todo salga bien”, concluyó.

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