Green Lantern (Linterna Verde) es otro intento por parte de Warner de expandir la presencia del vasto catálogo de superhéroes del que es propietario, más allá de susBatman y Superman, insignias y estandartes de la casa.

La historia y el personaje se prestaban, a priori, como ideales para un espéctaculo de puro delirio digital; sin embargo, Green Lantern se limita a seguir senderos mil veces transitados, hasta el punto de convertir al protagonista en un desdibujado calco del Downey Jr. de Iron Man.

Y no es solo que sus abundantes – y kitsch – dosis de CGI fracasen por completo en reflejar la épica cósmica del cómic, sino que, sorprendentemente, Linterna Verde luce bastante destartalada para tratarse de un mamotreto de 200 millones de dólares.

Martin Campbell, responsable de dos de las mejores películas de la saga 007 cumple si demasiada o ninguna convicción en el material original.