Cate Blanchett representa en “Blue Jasmine” a la perfección el álter ego de Woody Allen con un personaje de gran verborrea que lleva con soltura todo el peso de esta tragicomedia.

Vestida con ropa elegante en un decorado más cutre, el de la realidad en la que tiene que vivir su personaje cuando pierde su fortuna, Blanchett consigue componer un personaje que enternece, enerva, molesta, divierte, marea e hipnotiza, todo a la vez.

Con los restos del naufragio de su matrimonio a cuestas, Jasmine, llamada Jeanette antes de ser rica, se da de bruces con la vida normal y corriente que lleva su hermana en San Francisco, alejada de cualquier atisbo de glamur.

El realizador juega con ese contraste, marcado más si cabe por la diferencia física y de vestuario de las dos hermanas, aunque no lleva la historia por la vertiente más cómica, sino por el terreno de la tragicomedia en el que Allen se desenvuelve tan bien.

Aunque en este caso conduce la historia por unos derroteros más crueles de lo habitual en su cine, con un retrato despiadado de un mujer ejemplo de ambición y de búsqueda de la vida fácil, sin tener en cuenta las posibles consecuencias.

Y Blanchett entiende perfectamente un personaje complicado, que se acerca en muchas ocasiones al precipicio del drama absoluto, al que nunca llega a caer por los puntos de inflexión autoparódicos diseñados por Allen a lo largo de todo el relato.

Pero, además de la perfecta interpretación de la actriz australiana, el realizador se ha rodeado de un grupo de actores que secundan con brillantez a la estrella del filme.

Alec Baldwin, como su marido estafador, es probablemente el más flojo de un elenco en el que destaca Sally Hawkins como la hermana adoptada de Jasmine, una mujer simple y sin ninguna pretensión, que por momentos parece un personaje de cómic.

Andrew Dice Clay y Bobby Canavale dan vida a las dos parejas de la hermana, en papeles que son el contrapunto perfecto a la elegancia evanescente de Jasmine.

Y todos juntos forman un excelente reparto para un filme que es puro Allen en sus personajes, en su temática y en su forma de rodar, pero que al mismo tiempo se aleja bastante de su estilo habitual para ofrecer una historia más humana y menos soñadora.

“Blue Jasmine” se estrena mañana en Brasil y en otros países hispanoamericanos. EFE