Antonio Banderas presentó su película de animación “Justin y la espada del valor”, de la que es productor y voz de uno de los personajes en sus versiones en inglés y español.

“Tenemos ya muy buenas audiencias en los tres países donde se ha estrenado, Reino Unido, República Checa y España, y estoy seguro de que pasará lo mismo aquí en Rusia, que se ha convertido en los últimos años en un mercado increíble para el cine”, afirmó el actor malagueño en una multitudinaria rueda de prensa.

Se trata de una “película de aventuras con humor… Es la historia de un niño que se enfrenta al mundo para cumplir un sueño, y esta es un poco la historia de mi vida”, afirmó Banderas, en el acto celebrado en el cine “Luxor”, dentro de un moderno centro comercial de la capital rusa.

“Queríamos recordar a los niños valores y principios como el honor, la lealtad y la capacidad de hacerte a ti mismo, de encontrar tu camino sin tener en cuenta los obstáculos que te encuentres”, añadió el actor español.

Y con humor atendió Banderas a los medios, con los que bromeó, hizo gestos para los fotógrafos, imitó la voz de su personaje, el villano sir Clórex (de nombre Antonie), y se saltó varias veces el protocolo que pretendían mantener los organizadores rusos para desesperación de éstos.

El malagueño no dudó en complacer a una joven ucraniana, que se presentó como Rosa, y que aprovechó el turno de preguntas de la prensa para decirle: “desde niña sueño con que Antonio Banderas me dé un beso”.

A pesar de las protestas de los organizadores, Banderas, con un “buenos días, Rosa”, en español, invitó a la joven a subir al estrado y le dio el tan ansiado beso y un abrazo.

“No entiendo a las personas sin sentido del humor. No puedo tener amigos que no tengan sentido del humor ni cualquier otra relación. Creo que el sentido del humor es igual a ironía, e ironía debe ser igual a inteligencia”, dijo más tarde el actor en declaraciones a Efe.

LA INDUSTRIA ESPAÑOLA NO ES UNA AMENAZA PARA LA DE EE.UU.

En declaraciones a Efe, Banderas consideró que el cine español aún no es una “amenaza” para la industria estadounidense, “todavía estamos lejos de eso”, pero opinó que Justin puede alentar “a mucha gente, no solo en España sino en el resto de Europa a hacer cine de animación, a explorar en un universo que evidentemente en los últimos 15 o 20 años se ha desarrollado de una manera exponencial”.

Y dijo que “los métodos que se usaban hace 10 años y todos esos programas que antes valían un dineral ahora se adquieren ya por muy poco. Hay mucha gente que puede hacer ese tipo de trabajo”. EFE