Elizabeth Starr se sometió a una operación en 1999 para destacar en la industria pornográfica. Ahora a sus 43 años, esto podría costarle la vida.

Los implantes de prolipopileno que Starr tiene absorben los líquidos, haciendo crecer de modo incontrolable las mamas. La actriz debe decidir entre realizarse una mastectomía o enfrentar las enfermedades que la operación le ha causado.

Además de los implantes y el crecimiento incontrolable de sus pechos, Starr se ha tenido que someter a más de 60 operaciones por las dificultades del tamaño. Esto también ha provocado infecciones y problemas de espalda.

Sin duda la doble operación a la que debe someterse la actriz la sacaría de vida en la industria de la pornografía, pero definitivamente le podría salvar la vida.