Un joven cura era nuevo en la parroquia, y de pronto siente un fuerte dolor de estómago y ganas de ir al baño. Pero no encuentra ninguno y se sube a un árbol pensando: acá la voy a hacer!
En eso pasan dos monjas y una dice mirando al árbol:
- Mire hermana, son peras.
La otra replicó:
-No, son perones.
Entonces el cura dijo:
-No son peras ni son perones; son mis huevones que están pelones!