Problema familiar
Llega un señor a su casa y le dice a su mujer:
- Mi amor, tengo un grave problema en la oficina.
Y su mujer le responde dándole aliento:
- No te preocupes, gordito. Nunca digas tengo un problema, di… tenemos un problema.
A lo que su marido le dice:
- ¡Muy bien! Entonces, ¡Nuestra secretaria va a tener un hijo nuestro!
La violación
Una secretaria que trabajaba en el quinto piso de un edificio, tomó el ascensor en la planta baja para llegar a su oficina. Cuando llegó a su lugar de trabajo, sollozando comentó con sus compañeras:
- ¡Me violaron en el ascensor!
- ¿Quién te violó?, preguntó una compañera.
Ella contestó:
- No sé, pero sospecho que es un gerente.
La compañera atónita preguntó,
- ¿Y por que sospechas que es un gerente?.
A lo que la secretaria respondió:
- ¡Es que yo tuve que hacerlo todo!
Ortografía
El jefe ordena a su secretaria escribir una nota, citando a una reunión con todo el personal para el próximo viernes. La secretaria, no muy experta en ortografía, pregunta a su jefe:
- ¿Cómo se escribe viernes, con v o b?
El jefe responde:
- ¡Cambie la reunión para el lunes!
Una secretaria perdió a su mami
Llega una secretaria llorando a su oficina. El jefe preocupado, entra a la oficina de ésta para ver cuál era el problema.
- ¡Ay, que tristeza!, dice la mujer.
- ¿Qué te pasa, por qué lloras tanto?
- ¡Ay, señor, esta mañana murió mi mamá y estoy destrozada!
- En verdad lo siento, si quieres, puedes irte a tu casa, supongo que no te sentirás bien.
- No señor, el trabajo me distraerá un poco y me sentiré mejor, gracias.
- Bueno, cualquier cosa estoy en mi oficina.
La secretaria se calma y se entretiene con su trabajo, cuando de pronto, una llamada por teléfono le despierta el llanto, y vuelve a llorar.
- ¿Y ahora que pasa?, – preguntó el jefe.
- Ay señor, no sabe, me acaba de hablar mi hermana, y a la pobre también se le acaba de morir su mamá.
La bragueta del Jefe
Un hombre ya maduro contrató una secretaria. Era una mujer joven, rubia, ingeniosa, gentil, inteligente y, sobretodo, muy hermosa.
Un día, mientras tomaba dictado, notó que su jefe tenía la bragueta abierta.
Terminó el dictado y se dispuso a salir de la oficina cuando, antes de cerrar la puerta, dijo:
- Por cierto, señor, la puerta de su cuartel está abierta.
El hombre no entendió el comentario; no obstante, al poco rato se dio cuenta de que el cierre de sus pantalones estaba abajo.
Al hombre le hizo gracia la manera en la que su secretaria se había referido al pequeño incidente y decidió aprovechar la oportunidad para coquetear un poco, por lo que la llamó a su oficina:
- ‘Dígame, señorita, cuando vio que la puerta de mi cuartel estaba abierta, por casualidad no vio también a un soldado en posición de firmes?’
- Oh, no, señor!…. Lo único que vi fue un veterano de guerra sin fuerzas…. Echado entre dos viejas mochilas de campaña.