En un pueblo en el que se producían sismos muy fuertes, la gente iba a refugiarse a la iglesia.
Un día, estaban en la iglesia y el cura grita:
- Cuando se produzca un sismo, tienen que decir todo lo que yo les diga.
Cuando se produce el primer sismo, el cura grita:
- ¡Recen todos un padrenuestro!
- Padre nuestro…
Cuando se produce el segundo sismo, el cura grita:
- ¡Un avemaría y un credo!
- Ave maría…
El tercero fue tan fuerte que cayó una tabla del techo a la cabeza del cura, y éste gritaba:
- ¡La tabla! ¡la tabla!
- 1×1=1, 1×2=2…