- Oye, oye, ¿qué tal la chica con la que saliste la otra vez?
- Pues estaba como las patatas fritas.
- ¿De buena?
- No, era pura grasa.
- Oye, oye, ¿qué tal la chica con la que saliste la otra vez?
- Pues estaba como las patatas fritas.
- ¿De buena?
- No, era pura grasa.
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