Iba un borracho por la calle y en la acera del frente venía una monja con su taje negro.
El borracho, sin pensarlo dos veces, se lanza y la lía a golpes.
La monja asustada cae al suelo y comienza a gritar.
El borracho la mire y le dice:
- ¡Levantate batman, lucha, no seas cobarde!