-Hija, debo contarte algo muy serio
-¿Qué ocurre madre?
-Pasa que ayer tu esposo llegó tan borracho, que por error entró a mi dormitorio, se metió a mi cama confundiéndome contigo y ya te imaginarás.
-¡Pero mamá! ¿Acaso no le dijiste nada?
-Ay hija, ¡sabes que con ese tipo no me hablo!