Un ladrón acusado de robar una pulsera de oro está en pleno juicio. De pronto el juez le dice:
-¿Se arrepiente de su robo?
-Sí, mucho
-¿Entonces por qué no devolvió la pulsera?
-¡Es que adentro decía “tuya para siempre”!
Un ladrón acusado de robar una pulsera de oro está en pleno juicio. De pronto el juez le dice:
-¿Se arrepiente de su robo?
-Sí, mucho
-¿Entonces por qué no devolvió la pulsera?
-¡Es que adentro decía “tuya para siempre”!
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