Había un borracho buscando y buscando bajo la luz de una farola en la calle. Pasa un vecino por allí, se acerca y le pregunta:
- Dime Juan, ¿qué estás buscando?
- Mi aro, perdí mi aro…
- Bueno Juan te ayudo, ¿dónde la perdiste más o menos?
- Allá en la esquina…
– Pero Juan, ¿por qué la buscas aquí?
– Porque aquí hay luz.