El cantante panameño , uno de los grandes nombres de la salsa, defiende su decisión de despedirse con su actual gira de este ritmo para centrarse en otras facetas artísticas de su vida. “Cuando uno llega a los 70 años, los meses transcurren con mayor rapidez”, asegura a Efe.

En una entrevista un día antes de subirse al escenario del Auditorio Parque Torres de Cartagena (suroeste) para abrir los conciertos principales de La Mar de Músicas 2018, justifica su adiós al directo con la gira que inició el año pasado junto a Roberto Delgado Salsa Big Band.

El panameño remarcó que hay “cosas que aún quisiera intentar” tras tener un “trabajo hecho” en la salsa, estilo en el que grabó su primer disco en 1969. “Mientras tenga salud y oportunidad para hacerlas, intentaré otras cosas”, subrayó.

En este sentido, menciona que continuará en la quinta temporada de la serie de televisión “Fear The Walking Dead” gracias al “apoyo de los fans”, que ha permitido “mantener vivo” a su personaje, Daniel Salazar.

En un momento en el que los artistas están centrándose en sus conciertos ante el declive de las ventas de discos, tiene previsto publicar en los próximos meses seis trabajos, comenzando con un álbum con Boca Livre y otro con Wynton Marsalis y la Lincoln Center Jazz Orchestra.

Respecto a las diferencias entre los grandes creadores de la salsa del siglo pasado y el momento actual, el creador de “Pedro Navaja” asegura que “no corresponde al pasado analizar al presente sino que le corresponderá al futuro”, añadiendo que cada generación crea sus coartadas.

“Cuando alguien me pregunta cuál es el mejor cantante, les respondo: el que a ti te guste”, indica antes de mencionar a los “muchos y muy buenos” grupos y solistas actuales, como El Gran Combo de Puerto Rico, Papo Lucca y la Poncena, Óscar de Leon, Víctor Manuel, Gilberto Santa Rosa, Willie Colon, Conjunto Niche, Marc Anthony, Tito Nieves, Willie Rosario, Roberto Roena y Bobby Valentin.

El que fuera ministro de Turismo de Panamá entre 2004 y 2009 y candidato a la presidencia en 1994 también revisa la situación política en Latinoamérica, que es “mejor” que hace cuarenta años, cuando había “dictaduras militares por todas partes y hoy no”, porque “poco a poco la gente y los pueblos van madurando”.

“Tengo optimismo por eso, porque hay mucha información y las nuevas generaciones tienen oportunidades para perfeccionar el sistema que nosotros no tuvimos”, agrega .

Y de cara a las elecciones presidenciales de 2019 reclama un cambio en la Constitución que anule las “actuales avenidas que protegen a la corrupción y le dan impunidad” al corrupto en su país.

“La ley en Panamá fue diseñada para alcahuetear y proteger a la trampa, por lo que está jurídicamente protegida la impunidad del crimen político”, se lamenta.

Por ello, apuesta por un “cambio de actitud” en la población que acabe con el “clientelismo” y eleve la “autoestima nacional”, de forma que se anulen las “dependencias sociales que hoy sostienen la corrupción política y garantizan la mediocridad y venalidad administrativas”.

Una vertiente política que dejará de lado este viernes cuando inaugure la edición 2018 de un festival que tendrá a Dinamarca como país invitado sin dejar de mirar a las bandas y solistas procedentes de África y América Latina. EFE