El cantautor mexicano Alberto Aguilera Valadez, conocido como , este domingo debido a un infarto a los 66 años y será recordado eternamente por haber puesto a bailar y llorar a millones de personas alrededor del mundo con sus sentidas interpretaciones.

Autor de más de 1800 de género tan variados como balada, pop, salsa y hasta el son de mariachi, no tuvo una vida nada fácil y lograr la fama y el reconocimiento internacional como el ‘Divo de Juárez’ no fue tarea sencilla.

DURA NIÑEZ

Juan Gabriel fue el menor de 10 hijos de unos campesinos que quedaron en la ruina en Michoacán cuando él tenía meses de edad. Ellos se tuvieron que trasladar a la fronteriza Ciudad Juárez. A los cinco años fue internado en una escuela llamada Centro de Mejoramiento para menores.

Allí pasó ocho años de su vida y conoció a un maestro que le enseñó música y a tocar instrumentos. A los 13 años ya había compuesto su primera canción: “La muerte del palomo”, un tema que hicieron famoso el cantante mexicano José José y la española Rocío Durcal.

LA FAMA LLEGÓ CON MUCHO TRABAJO

Alberto Aguilera Valadez adoptó el de Juan Gabriel al unir los primeros nombres de su padre y de ese maestro de música de su niñez, Juan Contreras.

Después de intentar sin éxito abrirse las puertas en varios escenarios, “Juanga” logró que lo aceptaran como animador musical en el bar ahora desaparecido ‘Noa Noa’, de Ciudad Juárez, donde escribió una de sus canciones más bailadas, que lleva el mismo nombre de ese lugar.

A los 18 años se fue a probar suerte a la capital mexicana pero ninguna compañía discográfica lo quiso contratar.

Su precaria situación financiera lo llevó a componer otro de sus clásicos: “No tengo dinero”, cuya versión instrumental, grabada con la Orquesta Sinfónica de Londres, vendió luego un millón de copias.

Después de participar en el Festival OTI de la Canción, en 1974 grabó el primer disco que lo catapultó a la fama: un sencillo con el tema “Se me olvidó otra vez”.

también protagonizó cinco películas entre 1974 y 1981, dos de ellas autobiográficas, ‘El Noa Noa’ y ‘Es mi vida’.

El cantante mexicano no solo escribió más de 1800 canciones sino que también grabó 28 discos, más de 200 artistas y logró llenos totales en todos los países que recorrió dejando en claro que era el ‘Divo de Juárez’ y uno de los máximos representantes de México.

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