considera que el movimiento en el ámbito cinematográfico contra el acoso y la agresión sexual vive un momento de “extremos” que llevan a que “el hecho de ser señalado con un dedo hace que ya seas culpable y no tengas derecho a la presunción de inocencia” por los juicios mediáticos.

En una entrevista con Efe, lamentó que se produzcan “juicios mediáticos” y abogó por que se aporten pruebas de los supuestos casos para que acaben “con una lectura puramente legal”.

“Ahora hay señores y señoras que apuntan con el dedo a otros señores y es importante que suceda, pero hay que llevar pruebas”, dijo el actor, quien también pidió ser “muy sensible con este asunto” porque “se le puede destruir la vida en 24 horas” a alguien.

Tanto Bardem, como su esposa, la actriz , han trabajado en el entorno cinematográfico de personas que han sido señaladas por el foco mediático en relación con algunos de los casos de abusos; desde el propio Harvey Weinstein, al director de cine Woody Allen, en cuya cinta “Vicky, Cristina, Barcelona” actuaron los dos españoles.

El candidato a los Premios Platino por su papel en “Loving Pablo” ha manifestado que el “movimiento de igualdad” que se está extendiendo en el ámbito cinematográfico con actuaciones como el “Me Too”, como todos los que “sacuden los cimientos de una sociedad, suelen tender a irse a un extremo y ahora estamos en ese momento de extremos”.

No obstante, opina que se está produciendo “un cambio histórico, y somos testigos y parte de ese cambio” gracias a un movimiento que “ha venido para quedarse”.

Después de este paso por “los extremos”, augura que irá a “un lugar más ecuánime donde todo va a estar más medido; ojalá que sea medido por la ley, y ya no será tanto el hombre contra la mujer sino el hombre y la mujer juntos”.

(Fuente: EFE)