Con dos películas propias bajo el brazo ( y ), regresa a la pantalla grande con , un remake de los años 80’s que admira desde que era muy joven. Incluso, se animó a darle un giro a esta exitosa cinta, con el fin de acercarse más al público latinoamericano en medio de una industria estadounidense.

tuvo una extensa conversación con Peru.com, donde nos habló sobre esta nueva propuesta, su experiencia con los actores mexicanos en Estados Unidos, su paso por el Oscar y su nueva etapa personal.

“Para mi es un sueño hecho realidad, yo era fan de la película original. Mi mamá me llevó al cine para verla cuando era muy joven y estaba enamorado de Goldie Hawn (protagonista de la película). Me sorprendió cuando me llamaron para esta propuesta, me dieron algunos guiones de remakes y guiones originales. Vi en la lista Overboard y me emocioné, acepté hacer el libreto inmediatamente. Esto fue hace tres años”, cuenta con gran emoción Eugenio Derbez, quien en esta oportunidad ha hecho unos pequeños cambios con el fin de resaltar a los latinoamericanos.

“Me dijeron métele mano para que conecte con tu público. Lo primero que quise hacer es romper con los estereotipos. Ya estamos cansados de que los latinos sean los narcotraficantes, los jardineros o los que limpien pisos. Ya es hora de cambiar esta imagen. Dije: ‘ahora se friegan’. Ahora el millonario será el latino y la gringa el que limpia los pisos. No sabes lo complicadísimo que fue que acepten la idea. No fue fácil. Les dije confíen en mi, a los latinos les va dar gusto verse en la pantalla de manera diferente”, cuenta el actor y director, quien espera que el público pueda respaldar su idea.

“Mira, para yo lograr este tipo de cambios y este tipo de películas, lo que demanda en Estados Unidos es la taquilla. Cuando ustedes van al cine y llenan las salas, eso me da armas para seguir poniendo de una manera digna a los latinos, y sigan confiando en mi trabajo”, explicó.

Aunque hoy en día es toda una celebridad y es parte de la corta lista de latinos que son ejemplos a seguir en la meca del cine, Eugenio Derbez cuenta que no fue fácil estar donde está. Sin embargo, gracias a ello descubrió que generarse trabajo es su “formula del éxito”.

Yo empecé mi carrera muy joven, comencé como a los 18 y 19 años en México, empecé a tocar puertas. Nunca se me abrieron las puertas, lo más que me daban era papeles pequeñitos pero no pasaba nada en mi carrera. Ya por los 30, cansado, me dije: ‘en lugar de pedir voy a dar trabajo. Trabajé como mesero, con ese dinero pagué a escritores, comenzamos a desarrollar un libreto y con este libreto fui a Televisa con mi primer programa que se llamaba Al Derecho y al Derbez”, recordó.

“Lo mismo hice cuando quise hacer cine, dije voy a hacer lo mismo que hice con televisión y así nació No se aceptan devoluciones. Ya en Estados Unidos, dije, si me funcionó la formula voy a hacer lo mismo, a pesar de que mi película había triunfado no habían propuestas, así que empecé a desarrollar nuevamente mis propios guiones y películas. Así es como empecé a pisar fuerte en Estados Unidos”, relató Eugenio.

Vivimos desconectados

El también productor cuenta que tiene en mente varios proyectos que incluyen a los mexicanos, pues lamentablemente estando en Estados Unidos ha visto que no hay unión entre latinos, menos entre mexicanos. Hecho que no quiere seguir y busca dar el ejemplo rompiendo esta linea.

“Estamos muy desconectados, es algo de lo que siempre me he quejado, siento que los afroamericanos, por ejemplo, están muy unidos, se dan la mano. Los latinos no son así desgraciadamente, incluso los mexicanos por ejemplo. Me llevo con todos pero no es que nos juntemos o con algún mexicano nos demos la mano. No quiero dar nombres para no comprometerlo. De repente me toca trabajar con alguien pero después no lo veo. He decidido cambiar eso, es por eso que en mi película he optado por llamar a mexicanos. Estoy empezando a producir para otras personas, talentos latinos, no solo para mi”, explicó.

“A mi nadie me ha dado la mano en Estados Unidos, y yo pienso que lo voy a hacer porque creo que es la única manera de poder hacer una industria entre nosotros mismos. Reconocer el trabajo entre latinos. Hay mucho talento, lo hemos demostrado en el Oscar”, continuó.

Es mentira decir que Eugenio Derbez nunca imaginó pisar los Oscar. Al contrario, recalca que siempre lo soñó y agradece que se le haya dado la oportunidad como presentador de una categoría. Sin embargo, este sueño no queda ahí, pues ya está en la mira de su estatuilla, el cual espera recibir en algún momento no muy lejano.

“Pisar el escenario de los Oscar fue un sueño hecho realidad y de las coas más impactantes que me han pasado. Fue mágico, lindo, deslumbrante. ¿Recoger mi Oscar? Dios te oiga, hay que trabajar en un proyecto menos comercial, más artístico. Ya tengo un par de ideas que creo que pueden funcionar, así que estamos luchando por eso, espero que se consiga”, confesó el actor con bastante ilusión, aquella ilusión que se elevó aún más cuando nos habló sobre su experiencia como abuelo, aunque no le guste mucho esta palabrita.

“Como abuelo estoy recién estrenado. Me siento muy contento, se siente raro porque tengo una hija de tres años, pero estoy muy feliz por mi hija y mi yerno Mauricio que son excelente padres”, resaltó.

Finalmente, agradeció que en Estados Unidos no lo conozcan mucho, por lo que no se le ha etiquetado como comediante. Hecho que sí pasa en México y Latinoamérica.

Esta oportunidad le ha dado la posibilidad de probarse así mismo. “No lo descartó en absoluto (volver a hacer drama), En Estados Unidos me están ofreciendo papeles más dramáticos (con ), no solo de comedia, eso me encanta. Si llega otra oportunidad, ya me verán haciendo drama otra vez”, concluyó.

Eugenio Derbez regresa con Overboard (“Amor a la deriva” en Latinoamérica), cinta que protagoniza junto a Anna Faris. Cuenta con la participación de Eva Longoria y un excelente elenco mexicano como Omar Chaparro, Adrián Uribe, Jesús Ochoa, Marina Treviño, Cecilia Suárez, Edgar Vivar, entre otros.

Sinopsis

Leonardo (), un millonario y malcriado dueño de un lujoso yate, recibe algo de su propia medicina cuando Kate (Anna Faris), la empleada a quien maltrataba, lo lanza en medio del océano. Ahora, debido a que sufre de amnesia temporal, Kate le hará creer que es pobre, tiene tres trabajos y debe hacerse cargo de sus hijos.

Por Ana Morocho ()