El es un suceso que marca un hito en la vida del niño o niña y, por lo tanto, los padres deben procurar que no sea debemos estresante ni tormentoso sino más bien, agradable e inolvidable, teniendo en cuenta algunos puntos.

“Lógicamente, muchos niños tienen miedo a quedarse ´solos´ por primera vez. Esto depende muchas veces del tipo de vínculo y preparación afectiva que ha tenido con sus padres, de su personalidad y de las experiencias previas”, explicó Hortensia Deyfrus, docente de Psicología de la Universidad Tecnológica del Perú.

Anotó que los pequeños suelen tener sentimientos encontrados, una mezcla de susto y entusiasmo, ya que es una nueva experiencia para ellos, pero su mayor temor es que los abandonen, que no vuelvan por ellos nunca más.

“Generalmente, ese temor se lo transmiten los padres, quienes a través de palabras, gestos o caricias le trasladan su angustia, lo que el niño percibe a la perfección”. indicó la experta.

Agregó que ir por primera vez a la escuela será más fácil para aquellos niños que han asistido a una guardería o están familiarizados con frecuentar diferentes escenarios sociales como parques, fiestas infantiles: talleres, en los cuales aprende a socializar e integrarse con otras personas. “De esta manera, al llegar al centro preescolar será familiar para ellos enfrentar lo nuevo y desconocido”.

Para superar con éxito esos días la especialista hizo las siguientes recomendaciones:

  • Es frecuente que el niño llore el primer día de clases o tal vez la primera semana pero si llora todo el mes, esto se convierte en una “tortura” tanto para los padres como para el niño y en ese caso, es mejor cambiar de ambiente.

  • Es bueno visitar el centro de estudios con los niños unos días antes, esto tranquiliza a los pequeños porque ven que sus padres confían en el sitio donde lo dejarán. Es importante dejar que el niño explore el espacio y se vaya familiarizando con este.

  • Antes del primer día de clases, la mejor forma de prepararlos ante la entrada a clases es contándoles lo que va a pasar y entusiasmarlos los días previos.

  • Algo que les gusta mucho a los más pequeños es que los padres les relaten sus propias experiencias cuando niños, ya que esto los ayuda a identificarse con ellos y los ayuda a relajarse, ya que se dan cuenta de que sus padres también pasaron experiencias parecidas.

  • También se les puede involucrar en la compra de los útiles escolares, que ellos escojan el diseño y color que les gusta para su lonchera o mochila, los útiles y cuanto necesiten.

  • Hay que hacer comentarios positivos sobre el centro preescolar, nunca negativos o amenazantes como: “Si no haces caso, te van a castigar”, “Allí te van a poner a raya” o “Allí si te van a jalar de las orejas”. Lo único que se podría conseguir con esto es traumatizar al niño.

  • Tampoco hay que chantajearlo, diciéndole frases como: “Si te quedas tranquilito, te doy un regalo” o “Te llevo a comer lo que te gusta”.

  • Hay que hablarle siempre de las cosas positivas que encontrará en la escuela: nuevos amigos, nuevas actividades, canciones, juegos.

  • La noche anterior al primer día debe ser tranquila. Se recomienda hacer las actividades con tiempo (la cena, el baño), dejar un espacio para los cuentos, ir ordenando la rutina.

  • El niño tienen que acostarse con la tranquilidad de que el día siguiente va a ser uno de los más importantes y lindos de su vida y para ello los papás deben brindarle mucho amor, besos, abrazos y sobre todo, mucha tranquilidad. Con palabras que le generen confianza, aliento y fuerza para el nuevo reto al que se enfrentará el pequeño de la casa.

  • El primer día de entrada a clases los padres deben estar tranquilos y demostrar confianza a sus hijos.

  • Si el niño llora, no se le debe amenazar con castigarlo. Hay que ser empáticos y ponerse en su lugar, tratar de calmarlo, bajarle la ansiedad y darle tranquilidad, guardando una actitud serena.

  • Se recomienda hablar con el niño utilizando palabras sencillas para explicarle que debe quedarse y que al igual que a los demás niños no le pasará nada.

  • Es importante explicarle también que regresarán por él o ella cuando terminen las clases. Eso sí, los padres deben estar a tiempo a la hora de salida para que los niños no se angustien.

  • A veces es mejor despedirse del niño en la puerta y dejar que la profesora lo lleve al salón, nunca quedarse a ver al niño por una ventana o una reja ya que solo se prolonga el sentimiento de nostalgia en el menor.

  • Evite las despedidas largas porque eso le da al niño la sensación de que en el centro hay algo malo.

  • Cuando el o la niña llegue a casa, deberán mostrarse interesados en lo que hizo en el día. Pregúntenle sobre sus amigos, profesora, actividades y continúen reforzándolo positivamente.

  • Al día siguiente y durante el resto de la semana, hay que mantener la misma actitud positiva y de calma cuando se lleve al niño a clases. A veces el período de adaptación suele durar una semana, con una eventual recaída el lunes siguiente tras el fin de semana con los padres, por lo que hay que tener paciencia y mucho amor. (Fuente: Andina)

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