“Si vas a realizar una actividad física tan dura como una pelea dentro del octágono de la , sabes que debes prepararte adecuadamente para tener el cuerpo al 100 % enfocado en el encuentro. Pero si te vas a comer chiles media hora antes, ni se te ocurra acercarte ni a los vestidores”, imaginamos que será la moraleja que deja este video compartido en .

Y es que las imágenes, que pueden herir la susceptibilidad de cualquiera, nos muestran lo que un peleador no debe hacer para no pasar la peor vergüenza del mundo, y que era algo que muchos irresponsables deportistas que participan en UFC practicaban: un bocadillo antes de la pelea. Pero después de esto, no más.

Nos ubicamos en octubre del 2015, sobre el octágono regional de Ruckus in the Cage en Beckley, West Virginia, se reñían a golpes los pesos pesados de la UFC, . La pelea tenía un claro dominador, Cooper, quien para acabar de una vez por todas con la batalla, aplicó una guillotina para desmayar a su oponente, pero el resultado fue más allá.

Retrocedamos una hora antes del combate, Travis Wolford había asistido a un festival donde el chile caliente reinaba, así que pensó que este picante platillo le daría las fuerzas necesarias para enfrentar a su oponente más tarde. Grave error.

Volviendo al video de YouTube que corona la nota, la guillotina que aplicó Cooper sobre Wolford hizo que este pierda levemente el conocimiento, pero gravemente la dignidad. Ante el esfuerzo físico, el chile recién digerido por Travis Wolford buscó escapar del cuerpo del luchador por la puerta trasera manchando el octágono de la UFC.

El asco abrazó a los espectadores y la vergüenza coronó a Wolford, que no le quedó más que retirarse a paso lento dejando una estela de risas y arcadas. Desde aquella noche, ha sido bautizado como “The Brown Bomber” (El bombardero marrón).

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