Todo comenzó a las 2pm con las eliminatorias, en donde todo estaba transcurriendo de forma normal, se vivía un ambiente de alegría y familia, pero llegado la noche, la fatalidad y la tristeza se apoderó de las pistas. El piloto Aurelio Gonzales Vigil, padre del futbolista aliancista Juan Diego Gonzales Vigil, chocó aparatosamente en su vehículo de los años 50´, acondicionado para esta clase de competencias, justo en el momento que pasaba la meta, a una velocidad de 190 km/h.

El director de la competencia, el señor Galo Giraldez, tuvo que tomar la decisión de interrumpir la competencia, dándola por finalizada, terminando así una fecha de dolor para la familia del automovilismo, del deporte y el Perú entero.