Venus Williams no sólo cae derrotada en la primera ronda de Roland Garros ante su compatriota Sloane Stephens sino también que tiene una multa de 3000 dólares por no haber acudido a la posterior rueda de prensa pese a haber sido advertida por los representantes de la Federación Internacional (ITF) de que se arriesgaba a una sanción.

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En lugar de eso, Venus envió una escueta nota en la que expresaba su decepción por “no haber podido hacer mi trabajo” y admitía que Stephens “jugó mejor que yo”.

Los tenistas conocen la reglamentación de los torneos. Y tras sus partidos, si han sido solicitados, tienen la obligación de comparecer ante los medios, tanto en la victoria y la derrota. Si no, se arriesgan a una sanción.

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No es la primera vez que Venus recibe una multa en un Grand Slam. En Wimbledon 2010, ella y su hermana Serena fueron sancionadas con 4.000 dólares por saltarse la rueda de prensa tras su derrota en el dobles.

Roland Garros no es piadoso con esas actuaciones. Es más, tiene fama de ser el Grand Slam más duro: Andre Agassi (2000) y Marat Safin (2001) llegaron a ser sancionados con 10.000 dólares y Victoria Azarenka (2010) con 4.000 por no atender a la prensa.

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