El suizo conquistó su quinto título del , el 18 Grand Slam de su carrera, al vencer por fin en este grande al español , su histórico rival por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3.

En el cuarto duelo entre estos dos jugadores en el primer grande de la temporada, Federer se tomó su desquite y ganó por primera vez a Nadal, su verdugo en la final del 2009, y en las semifinales de 2012 y 2014, en tres horas y 36 minutos en su partido 100 en Melbourne Park.

También cerró una página negra, pues Federer no ganaba a Nadal en partidos de Grand Slam desde hace diez años, desde la final de Wimbledon de 2007.

Federer acabó ganando los últimos cinco juegos, salvando el pellejo con destreza, y con una resistencia que solo Nadal puede exhibir. Al final, sus lágrimas aparecieron, como suele suceder en el mejor jugador de la historia, cuando la emoción le embarga.

EFE