Usain Bolt es un caso y volvió a demostrar su supremacía en los Juegos Olímpicos de Río 2016. El plusmarquista jamaiquino corrió este miércoles las semifinales de los 200 metros planos y en plena competencia, a pocos metros de llegar a la meta, se puso a bromear con su rival, quien casi le quita el primer puesto.
Bolt sacó una gran ventaja en la competencia, pero cuando faltaban cerca de 50 metros para llegar a la meta, frenó y algo le decía al canadiense Andre De Grasse, quien corría a todo pulmón para tratar de alcanzarlo. De hecho casi lo igualó y el resultado final fue de fotografía y con solo dos centésimas de diferencia.
Usain Bolt hizo 19.78 y De Grasse hizo 19.80. Casi nada.