La gimnasta estadounidense Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro y una de bronce, encabeza a los abanderados de las 207 delegaciones en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de .

Los deportistas, muchos de ellos ganadores de medallas olímpicas, entraron al estadio Maracaná al son de la samba y la música electrónica interpretada por la DJ Dolores y la orquesta Santa Massa y el DJ Mika Mutti, mientras bailaba una mujer disfrazada de Carmen Miranda.

Entre otros medallistas, participan en la ceremonia la argentina Paula Pareto (oro en judo), la colombiana Ingrit Valencia (bronce en boxeo), el cubano Mijaín López (oro en lucha grecorromana), la mexicana María del Rosario Espinoza (plata en taekwondo), la venezolana Stefany Hernández (bronce en ciclismo BMX).

El abanderado de España es el marchador Jesús García Bragado, que se retiró de la competición en Río 2016 después de haber participado en siete Juegos Olímpicos, todos desde Barcelona 1992.

El brasileño Isaquías Queiroz, el deportista más laureado del país anfitrión en los Juegos, con dos platas y un bronce en piragüismo, entró en primer lugar.

También recibieron su reconocimiento otros de protagonistas de los Juegos, como el judoca francés Teddy Riner, bicampeón olímpico en la categoría de más de 100 kilos, y las rusas Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina, dominadoras absolutas en la natación sincronizada.

El congolés Popole Misenga fue el abanderado del equipo de refugiados, que se formó por primera vez en unos Juegos Olímpicos.

Los abanderados entraron al Maracaná en orden alfabético, pero en filas de tres, según la organización, con intención de transmitir un mensaje de confraternización entre las culturas.