Para la artista californiana, ser parte del ‘halftime show’ del Super Bowl XLIX, que tuvo como campeón a los New England Patriots, fue una de las experiencias más enriquecedoras de su vida pues conoció a jugadores de talla mundial del fútbol americano, aunque reconoció que es un arduo trabajo de varios meses.

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“Nos encantó tener esta oportunidad, pero una vez que sabes que vas a hacer la Super Bowl, no vas a tener una p**a vida propia durante seis meses. Es lo más grande que hay. Cualquiera que lo haya hecho alguna vez sabe que te asustas muchísimo. No se te ocurre entrar en internet durante cinco días después de hacerlo”, sostuvo la interprete de ‘Firework’ quien durante el evento estuvo acompañada de Lenny Kravitz y Missy Elliot.

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“En mis conciertos, soy papá jefe. Y mamá jefa. Me llaman ‘jefa’. Todo pasa por mí, tomo todas las decisiones, el cien por cien de ellas. Pero con la NFL tenía que tener en cuenta distintos niveles de burocracia. Hay muchos comités con los que tuve que tratar sobre mis trajes, sobre el presupuesto, sobre cada entrevista. Tenía que comentar con alguien cada cosa. Ya no era la jefa, tuve que ceder el control”, concluyó Perry.