El misterio que hay en la acusación de balones desinflados en el partido, en el que los Patriots vencieron por 45-7 a los Indianapolis Colts, fueron revelados por fuentes que contó que un “Outside the Lines” se trató de introducir a los vestidores del Gillette Stadium durante el juego de Campeonato de la AFC. Además, se trataría de la colaboración de un empleado de la NFL.

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McNally habría trabajado el vestidor de oficiales. El informante dijo que uno de las “balones K”, que se utilizan sólo para los equipos especiales, desapareció, y un empleado de la NFL, con la responsabilidad de recoger bolas para la caridad, dio otra pelota a Jim McNally, quien trabaja en el vestuario de los New England Patriots durante los partidos.

McNally le entregó la bola a Greg Yette, un funcionario suplente que fue el encargado de poner las “balones K” en juego. Cuando Yette observó que la bola no tenía la marca que el árbitro, Walt Anderson, había puesto al balón antes del partido, le pareció sospechoso y alertó a los oficiales de la NFL en el palco de prensa, dijo una fuente a “Outside The Lines.”

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El hombre a cargo de recoger los balones para la caridad en los juegos anteriores había sido despedido por la liga, por vender los balones destinados a la caridad y obtener un beneficio desto durante un tiempo, dijo una fuente a Schefter. En total fueron once balones de doce los desinflados y se volvieron a inflar de acuerdo a los requerimientos de la Liga y fueron devueltos para la segunda mitad.

(Fuente: Espn)