| Con los ojos bañados en lágrimas, el brasileño se despidió este domingo de su afición en su casa, Interlagos, un circuito que le vio crecer como piloto y en el que en 2008 acarició un título mundial de la que se escapó de la manos.

Con una fuerte lluvia, Massa perdió el control de su Williams en la última curva antes de entrar a la meta y tuvo que abandonar anticipadamente la pista poco después de la mitad de la carrera.

Nada más bajarse del monoplaza, agarró la bandera de Brasil, se despidió de su público con la mano en el corazón y de camino a boxes se derrumbó emocionalmente, mientras los aficionados se rendían a sus pies.

Al entrar en el ‘pit lane’, recibió el aplauso de los mecánicos de la escudería Mercedes, de los de su antiguo equipo Ferrari y de Williams, con quien ahora compite, para después fundirse en un sentido abrazo con su mujer, su hijo y su padre.

De esta forma, el brasileño dio su último adiós al circuito paulista, en el que firmó dos victorias y cinco podios durante sus catorce años de Fórmula Uno.

EFE

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