Seúl celebró este lunes la anunciada visita de Kim Yong-nam, presidente honorífico de Corea del Norte, a los JJOO de PyeongChang 2018 y propuso nuevas reuniones entre los dos países, que podrían ser las de más alto nivel de la historia en territorio surcoreano.
Kim, que es presidente de la Asamblea Suprema norcoreana y planea visitar el Sur del 9 al 11 de febrero, se convertirá en el funcionario de mayor rango del régimen en viajar hasta ahora el país vecino.
Un portavoz de Seúl admitió que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, está considerando proponer un encuentro bilateral entre ambos, algo que de producirse supondría la cumbre intercoreana de mayor nivel celebrada jamás en Corea del Sur.
Independientemente de si Pyongyang rechaza o no esta propuesta, Moon y Kim se verán las caras en la recepción oficial para mandatarios del 9 de febrero con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en el condado surcoreano de PyeongChang.
Es importante señalar que el presidente honorífico norcoreano es conocido por su dilatada carrera diplomática (fue canciller) y no está ligado al desarrollo de armas del régimen, por lo que no está sujeto a sanciones como otros miembros de la élite en Pyongyang, algo que supone un factor positivo para un hipotético cara a cara con Pence.
En todo caso, el Gobierno de Seúl está convencido de que la histórica participación norcoreana en PyeongChang 2018, acordada por ambos países en enero, puede ayudar a rebajar la tensión y a facilitar el acercamiento tras un 2017 marcado por las pruebas de armas del régimen vecino y sus cruces de amenazas con Donald Trump.
Se sabe que además de enviar atletas y músicos, Corea del Norte ha acordado también desplazar a cientos de animadoras y un equipo de exhibición de Taekwondo a estos Juegos de Invierno, que concluyen el 25 de febrero.
Con información de EFE