El estadounidense Aaron Gwin entró en la historia del deporte este fin de semana por su increíble proeza en la Copa del Mundo de Descenso.

Al momento de la largada, el ciclista pedaleó dos veces y se le rompió la cadena de la bicicleta. Por lo tanto, luchó contra todas las adversidades y ganó la carrera por menos de un segundo de diferencia.

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La Copa del Mundo de Descenso se disputó el pasado fin de semana en Leogang, Austria. Aaron Gwin, tras dar las dos primeras pedaleadas, rompió la cadena de su bicicleta al inicio de la pista.

Pero eso no fue suficiente para que el estadounidense tirara la toalla. Se focalizó en agarrar el manillar, agachar su cabeza lo máximo posible y utilizar al máximo sus capacidades para llegar a la línea de meta.

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Aaron tuvo factores en contra como la lluvia y el viento, por lo tanto, el esfuerzo tenía que ser doble. Gwin superó por tan solo 0.045 segundos al hasta entonces líder Connor Fearon, y en 1.330 segundos a Remy Thirion.