Adiós a un grande. La lucha libre no solo perdió a un guerrero dentro del ring, sino también afuera del mismo. El fallecido Hijo del Perro Aguayo dedicaba su tiempo libre en eventos benéficos junto a otros deportistas, además de aconsejar y promocionar a jóvenes luchadores en la AAA.
Según lo relatado por el campeón mundial de box, Jhonny González, él y Pedro Aguayo Jr. comenzaron una gran amistad gracias a los eventos benéficos que realizaba el luchador de la AAA. Una lesión en las vértebras cervicales durante un enfrentamiento con Rey Mysterio Jr. provocó la muerte del Hijo del Perro Aguayo y terminó con los 20 años de trayectoria.
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1. Creó su propia marca
Pedro Aguayo Jr. pisó el cuadrilátero a los 15 años. Al inicio fue cobijado por la imagen de su padre, El Perro Aguayo, un luchador estelar entre los años 70 y 90. Fue hasta 2003 que llegó al CMLL y en 2005 formó la jauría de los Perros del Mal, que comenzó a distinguirse de la historia y del estilo de su padre. Su concepto fue rápidamente adoptado por el público, lo que lo impulsó a separarse en 2008 del CMLL para formar su empresa Producciones Perros del Mal, una compañía promotora de luchadores independientes.
2. Distinguió su producto
Su estilo de lucha ruda iba más allá de ser la antítesis de los técnicos, aquellos luchadores que se distinguen por aplicar llaves sofisticadas y vuelos desde la tercera cuerda. Su forma de atacar era en equipo, sus compañeros se especializaban por pelear con alambres de púas, cuadriláteros enjaulados, tachuelas, botellas de vidrio, sillas, fuego o escaleras, dijo Badillo Nieto. “Un estilo que venía de Estados Unidos y que fue adoptado primero por la Triple A. Por eso el CMLL buscaba una atracción similar y Los Perros podrían darla”, agregó.
3. Abre su empresa y vende artículos propios
En 2012, el emprendedor abrió su tienda boutique en la calle de Córdoba, en la colonia Roma, en la cual vendía playeras y sudaderas con los estampados y la leyenda de los Perros del Mal, juguetes, ropa para perros, tazas, máscaras y otros artículos de la lucha libre. La tienda cuenta con catálogos de sus productos a través de Facebook para hacer pedidos vía electrónica. “La empresa mantiene, hasta la fecha, activa su presencia en redes sociales para hacerle promoción a los eventos de lucha libre”, dijo Badillo Nieto.
4. Innova en materia laboral
Con la creación de su empresa Producciones Perros del Mal, el Hijo del Perro Aguayo buscaba ofrecer una alternativa nueva y fresca al espectáculo del cuadrilátero. A través de ella se crearon fuentes de empleo para luchadores independientes, referees, butaqueros, paramédicos, edecanes, espacios publicitarios, etc.
“Además el Hijo del Perro Aguayo fue parteaguas para lograr que el CMLL y Triple A recibieran en sus espectáculos a nuevos talentos y flexibilizar sus contratos”, dijo Badillo Nieto. Estas empresas contrataban a sus luchadores para que dieran espectáculos exclusivos, no podían pelear en otras arenas ni con luchadores independientes. Al menos unos 30 luchadores, entre hombres y mujeres, integran la plantilla de los Perros del Mal.
5. Relación con medios de comunicación
El Hijo del Perro Aguayo mantenía una presencia constante en los medios de comunicación, tenía una columna en el periódico Basta, agregó Eric Olavarrieta. Además logró entablar un acuerdo con el canal de deportes TVC Networks, quien transmitía las luchas de los Perros del Mal en sus canales de televisión por cable.
“La lección más importante que dejó el Hijo del Perro Aguayo fue la transición de deportista a empresario. Se atrevió a romper paradigmas a jugarse su patrimonio y recursos para crear su propio concepto”, dijo el docente de posgrados deportivos en la Universidad del Valle de México y autor del libro ‘La mercadotecnia y el deporte ahora’, Jorge Badillo Nieto. (CNNExpansión)