aún recuerda cuando su madre le decía que se escondiera entre las flores de retama cada vez que un terrorista entraba a su casa en el distrito de Sarhua, Ayacucho, en busca de comida. Eran los 90, y las persecuciones y asesinatos eran cosa de todos los días.

Los terroristas ingresaban a su casa para robar comida y ella tenía que esconderse en el jardín posterior a su humilde casa. Razones suficientes para que sus padres decidieran enviarla a vivir en Lima.

Ya en Lima, a los 10 años, se hospedó en la casa de sus tíos y allí vive hasta la actualidad. En la época de colegio, fue una destaca deportista especialmente en básquet y voleibol, pero un día se le empezaron a adormecer sus extremidades superiores e inferiores, hasta llegar al punto de ponerse moradas.

Después de varias pruebas, a los 15 años, le detectaron Vasculitis sistémica, afección que ataca a los vasos sanguíneos. Los médicos le diagnosticaron esa enfermedad en sus cuatro extremidades. Durante el año que estuvo internada, solo una ventana la conectaba con calle. Por eso, cuando le comunicaron que amputarían sus brazos y piernas, la noticia no la amilanó, porque ella pensaba que era “un volver a nacer”.

Cuando salió de la operación, tenía un cuerpo nuevo. Desde entonces, cada acción que hacía, que podría ser insignificante para cualquiera, para ella era lo máximo. Así, estuvo en silla de ruedas por espacio de 6 meses. Una vez que le diseñaron las prótesis para las piernas, volvió a hacer su vida con normalidad.

Después de su recuperación, el arte llegó a su vida como un pasatiempo y luego se convirtió en su profesión y pasión. Fue aceptada en la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, que cada seis meses envía los cuadros de Dunia Felices a Suiza para ser exhibidos. Actualmente, divide su tiempo entre las clases en la Escuela de Arte Corriente Alterna y sus entrenamientos en la Federación Nacional de Natación.

El deporte entró a su vida

En su deseo de continuar haciendo algún deporte, Dunia Felices acudió al Campo de Marte, tras averiguar donde entrenaban deportistas con discapacidad. En 2016, ingresó por primera vez al agua, después de nueve años, cuando nadaba con sus extremidades completas.

En un inicio le costó mucho, pero con perseverancia lo logró y en el 2017, sus entrenamientos empezaron a dar frutos. Empezó a participar en eventos nacionales destacando y siendo seleccionado por el equipo peruano, para participar en su primer torneo internacional.

Fue en Caixas, en Sao Paulo, Brasil, donde logró el tiempo requerido para clasificar al Mundial de México. Es importante mencionar que luego de 10 años, una deportista peruana volvió a estar presente en un Mundial de Para Natación.

Embajadora de Lima 2019

Luego de ese evento en Brasil, fue elegida Embajadora Deportiva de Lima 2019, por ser un ejemplo de superación. Nunca se amilanó ante nada y fue alcanzando todos los objetivos que se planteó desde que entró al deporte.

En agosto del 2017, la para nadadora nacional consiguió la medalla de plata en el Abierto de Para natación en Medellín. La competidora nacida en Sarhua (Ayacucho) empleó 1min44s39c en los 50 metros, estilo mariposa.

Luego llegaría el Mundial de Para Natación, que se desarrolló en la ciudad de México. Nuestra para nadadora, quien participó en la prueba de 100 metros libres S5, ocupó el sexto lugar con un tiempo de 2min09s17c.

Después de ello, el 4 de diciembre pasado, en la prueba de los 50 metros libres logró la medalla de oro en los Juegos Nacionales.

Próximo reto: Lima 2019

Dunia Felices está en constante preparación y vive prácticamente en el agua. Su principal motivación es subirse a lo más alto del podio en los -

y colgarse la medalla de oro ante su gente.

Palmares de Dunia Felices

Medalla plata 50 m. libres – Open Internacional Medellín 2017

Medalla de bronce 100 m. libres – Open Internacional Medellín 2017

Medalla de bronce 50 m mariposa – Open Internacional Medellín 2017

Medalla de oro en 50 m mariposa y plata en 100 m libre – Nacional – Callao 2017

LIMA 2019