El siempre polémico se ha visto una vez más en el ojo de la tormenta. Esta vez no arremetió contra el líder norcoreano Kim Jong-un u otros políticos, sino contra los jugadores de la .

“¡Saquen a ese hijo de puta del campo de juego ahora mismo!”, se atrevió a decir el presidente de los Estados Unidos el último fin de semana en un mitín.

¿Pero qué pasó para que ocurra esto? Todo se debe a los reclamos de algunos jugadores de la NFL por los abusos de los policías blancos contra ciudadanos negros que se han registrado en los últimos años.

A modo de protesta los futbolistas no tuvieron mejor idea que arrodillarse mientras se escuchaba el himno de los Estados Unidos en la previa de los partidos.

Al ver que esta medida empezó a cobrar popularidad en el país, Donald Trump con sus criticas de manera abierta.

“Eso es una falta de respeto total a nuestra historia nacional. Es una falta de respeto total a todo lo que defendemos”, dijo el pasado viernes durante un discurso en Alabama.

“¿No les gustaría ver a uno de estos propietarios de la NFL, cuando alguna persona le falta el respeto a nuestra bandera, decir: ‘¡Saquen a ese hijo de puta del campo de juego ahora mismo! ¡Fuera! ¡Está despedido! ¡Está despedido!’?”, agregó enfático mientras era aplaudido por sus seguidores.

Pero la respuesta no se hizo esperar. Los equipos de Baltimore Ravens y Jacksonville Jaguars se enfrentaron en Londrés poco después de las declaraciones de Trump y volvieron a manifestarse.

A las horas, de nuevo apareció Trump. “Si los fans de la NFL se niegan a asistir a los partidos hasta que los jugadores dejen de faltar el respeto a nuestra bandera y país, verán cambios rápidamente. ¡Despido o suspensión!”, escribió en su cuenta de Twitter.

Diversas personalidad del fútbol americano, tanto jugadores, como dirigentes y reoresentantes, entre otros, se han pronunciado en contra de la postura de Donald Trump.

“Comentarios divisorios como estos demuestran una desafortunada falta de respeto por la NFL, nuestro gran juego y todos nuestros jugadores”, dijo el último sábado Roger Goodell, comisionado de la NFL.

Pero la guerra entre Donald Trump y la organización de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) vivió un episodio más este miércoles cuando el mandatario estadounidense reiteró que la organización pasaba por un mal momento y podría irle peor si no corregía las ofensas permanentes que hacen a los símbolos de la nación.

“Pienso que la NFL está en una situación realmente muy mala”, comentó a los periodistas en la Casa Blanca. “Ves lo que está pasando con sus audiencias de televisión, francamente, lo único que está haciendo bien la NFL es el previo de los partidos porque todo el mundo quiere ver lo que está sucediendo”.

“No puedes tener gente faltando el respeto a nuestro himno nacional, a nuestra bandera, a nuestro país y eso es lo que están haciendo”, reiteró Trump. “En mi opinión, la NFL tiene que cambiar. ¿O saben qué va a pasar? Su negocio se va a ir al diablo”, amenazó.

¿Cómo acabará esta historia? Es complicado saberlo, pero no cabe duda que el presidente de los Estados Unidos se está ganando enemigos por todos lados, más de los que ya tiene.

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