El pasado fin de semana se disputó una partida de ajedrez entre los grandes maestros Gaioz Nigalidze de Georgia y el armenio Tigran Petrosian, durante la sexta ronda del Abierto de Dubái.

Cada tanto, Nigalidze se paraba de su silla e iba al baño. Y siempre al mismo, a pesar de que habían otros tres cubículo disponibles.

Petrosian, después de la cuarta o quinta visita al retrete, comenzó a sospechar de la incontinencia de su rival y le pidió al árbitro del juego que le pusiera un ojo al georgiano, que podía estar haciendo trampa con la ayuda de un dispositivo electrónico.

Una rápida investigación en los excusados reveló lo que estaba ocurriendo “a puertas cerradas”: Nigalidze había estado buscando ayuda para la partida con la asistencia de un dispositivo electrónico.

“Se analizó detalladamente la información contenida en el aparato y se encontró que la red social a la que estaba conectada pertenecía a Nigalidze y que además estaba siendo utilizada una aplicación con jugadas de ajedrez donde se detallaban recientes movimientos de su encuentro con Petrosian”, explicó la organización del torneo en su página de Facebook.

El georgiano, que es el actual campeón de su país, fue expulsado del torneo y podría ser suspendido por 15 años por hacer trampa en un torneo.

Fuente: bbc.co.uk