aseguró que se siente listo para “dar pelea” a los favoritos para ganar el , que comienza este sábado en su Lima natal para atravesar Perú, Bolivia y Argentina.

“Estamos a la par para pelear con los equipos oficiales”, afirmó Fuchs, que correrá su segundo Dakar con el objetivo de quedar entre los diez primeros, tras haber finalizado el pasado año en la duodécima posición de la general, la mejor actuación de un piloto latinoamericano en su debut.

El piloto peruano reconoció que no tiene la experiencia de otros pilotos en el raid más duro del mundo pero, en contraposición, destacó que tiene “buen ritmo”, como ya demostró en la pasada edición del Dakar.

Consideró “un incentivo” que el Dakar comience en su país y advirtió que el desierto peruano, por donde se desarrollarán las cinco primeras etapas, “es más difícil que cualquier otro desierto del mundo”.

“Hay que tener mucha precaución para no cometer errores y salir intacto de Perú”, apuntó.

Nicolás Fuchs también valoró que el cambio en la reglamentación le da más potencia en su coche, con un motor de cerca de 400 caballos, pero su equipo se centró en trabajar la suspensión para las etapas que se desarrollarán en Bolivia y Argentina.

“El Dakar es un desafío al ser humano contra la naturaleza. Hay días que te puede encantar y otros que lo puedes odiar. Lo bonito del Dakar son los desafíos que pone día a día”, agregó.

Nicolás Fuchs estará acompañado nuevamente de su inseparable copiloto, el argentino Fernando Mussano, con el que ya compitió en el último Dakar y en la WRC2, la segunda categoría del campeonato mundial de rallys.

Con información de EFE