, un millonario holandés apasionado por correr el , se reveló este lunes como la figura clave que puede definir la categoría de coches tras poner en serios aprietos al español y el francés Stéphane Peterhansel (Peugeot), las estrellas de la competición.

Koolen, empresario fundador de un conocido sitio web para reservar hoteles, no es solo el causante de que a Sainz le hayan penalizado con diez minutos, sino que además también motivó, aparentemente de manera involuntaria, el accidente de Peterhansel que le hizo ceder el liderato del rally en favor del español.

Las dos acciones, tan decisivas para la resolución de la categoría reina de este rally, se produjeron en cuestión de segundos, durante la séptima etapa de la carrera, que discurría por embarrados caminos plagados de charcos en algún punto del altiplano boliviano, entre La Paz y Uyuni.

Por ese complicado terreno conducía Kees Koolen su quad cuando se percató de que Sainz iba a adelantarle, pero él cuenta que apenas le dio tiempo a reaccionar porque iba a 20 kilómetros por hora y Sainz pasó a más de 150 kilómetros por hora, con lo que, según su versión, le golpeó con el coche en el brazo y dañó su quad, sin que después se detuviera a preguntar cómo estaba.

Sin embargo, Sainz explica que activó el sistema electrónico para alertar a Koolen su intención de adelantarlo y que este se apartó a un lado del camino, pero en el momento que lo estaba pasando perdió el control de su quad y volvió al centro, con lo que tuvo que reaccionar rápido para esquivarlo. “Quedó en un susto”, según el madrileño.

Los acontecimientos no quedaron ahí, pues Peterhansel venía siguiendo a Carlos Sainz a pocos metros de distancia y cuando se encontró con Koolen, supuestamente aún no repuesto del percance con el español, tuvo que esquivarlo y al salirse por el lado izquierdo del camino chocó contra una roca que le destrozó una rueda.

El francés, el piloto más laureado de la historia del Dakar con trece triunfos, seis en moto y siete en coche, perdió cerca de dos horas para reparar el destrozo de su coche, todo un milagro porque tenía roto el triángulo de dirección, la suspensión y el radiador, piezas que tuvo que tomar del coche de su compatriota y compañero de equipo Cyril Despres.

Antes de esas dos acciones, Peterhansel lideraba la carrera con media hora de ventaja sobre Sainz, y al término de esa etapa el español le arrebató el liderato con una ventaja de una hora y veinte minutos.

Los incidentes no quedaron ahí, pues Kees Koolen, consciente de que “podía haber muerto si el coche de Carlos Sainz hubiese pasado veinte centímetros más a la izquierda”, presentó una reclamación contra el español y los comisarios del Dakar decidieron sancionarlo con diez minutos por no detenerse a constatar el estado del holandés, a pesar de que no hay prueba de que ambos chocaran en carrera.

Al conocer la penalización, Koolen, de 52 años, siguió disparando porque consideró que la sanción es ridícula, y acusó a los comisarios del Dakar de proteger a Sainz por ser una de las figuras del rally y estar un equipo francés dentro de una carrera organizada por franceses.

La queja rompió la tranquilidad que siempre caracteriza a Bruno Famin, director del equipo Peugeot, y dejo entrever sus sospechas por el comportamiento del holandés, involucrado en sendos incidentes con los dos Peugeot que lideran el rally. “Muy raro, ¿no?”, comentó Famin.

Más leña al fuego echó el piloto argentino Orlando Terranova (Mini), quien acusó a Koolen de tener “intereses cruzados” por ser accionista de Overdrive, principal patrocinador del equipo de Toyota en el Dakar, que es el gran rival de Peugeot para ganar esta edición del rally.

Preguntado por este aspecto, el holandés reconoció que tiene inversiones en una compañía que su vez es accionista de Overdrive, “como lo es de otras diez o veinte empresas que están presentes en este campamento” del Dakar.

No obstante, Koolen, único piloto que ha terminado el Dakar en coche, moto, camión y quad, tildó de “estúpido” a Terranova por mezclar ambas cosas, y aclaró que no es un asunto contra Sainz o Peugeot sino que su intención es dar un toque de atención a los organizadores del Dakar para que se esfuercen más en la seguridad.

Por ahora, Peugeot anunció que apelará la penalización a Sainz, por lo que si el español no gana el rally y queda a menos de diez minutos del vencedor, el campeón de la carrera puede conocerse dentro de cinco o seis meses.

Con información de EFE