El Gran Premio de Malasia de esta temporada ha dejado a la escudería Toro Rosso, con sus pilotos Carlos Sainz y Max Verstappen, como uno de los atractivos para lo que reste de la temporada. Aunque antes de inicio, la atención mediática la acaparaba en mayor proporción Max Verstappen por su sorprendente juventud pues solo tiene 17 años en competencia en la Fórmula Uno.

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Max, con sólo un año en monoplazas, llamó lo suficiente la atención como para que Red Bull no dejara escapar la oportunidad de fichar a esta perla y subirla a Toro Rosso. Pero mientras tanto, a la sombra, Carlos Sainz ha ido trabajando como un jabato, y los resultados se ven en la pista.

El punto a favor de Carlos Sainz contra Max es su experiencia, esos 5 años en monoplazas que trae a sus espaldas, y está maximizando su rendimiento en pista en base a eso, y no pretendiendo demostrar una velocidad mareante. Además, es muy destacable su actitud hacia todo lo que sucede en pista. Parece que sólo le interese aprender, y no se esconde por ello. Al quedar fuera de la Q3 en Malasia, sus primeras declaraciones fueron de piloto con mucho carácter.

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