La periodista será la primera corredora peruana en la historia del Rally cuando el próximo 6 de enero parta de Lima rumbo a Córdoba (Argentina) para cumplir “un sueño que tenía desde pequeña” y demostrar al mundo que “los sueños se pueden cumplir”, sin ponerse ningún límite.

En una entrevista con la agencia Efe, la debutante Kanno explicó al detalle cómo se lanzará a la aventura del Dakar 2018 con solo un año de preparación y al volante de su Toyota Land Cruiser, un antiguo patrullero de la Policía Nacional de Perú que tendrá como copiloto al experimentado Alberto Silva para completar el equipo “De cero al Dakar”.

¿Cómo se encuentra a tres semanas de este reto?

Estoy ansiosa. Ya quiero partir. Por momentos no sé si lo estoy viviendo o soñando. No sé cuáles serán mis resultados, pero la camioneta está preparada para que ande todos los días, sin importar lo que pase.

¿Siente presión por ser la primera peruana que corre el Dakar?

Nuestro objetivo es terminar. Para nosotros, ganar es llegar a Córdoba. No siento presión porque estoy acostumbrada a estar escrutada permanentemente por el trabajo que tengo. En el momento que cruce la línea de salida, ya habré demostrado que los sueños se pueden cumplir y que cualquiera puede lograrlo.

¿Desde cuándo tenía este sueño?

De toda la vida. De chiquita veía el Dakar por televisión y siempre le dije a mi papá que cuando fuera mayor me compraría una camioneta. Lo hice recién hace dos años, la armé como la tenía soñada y comencé a hacer cursos de 4×4 para aprender. Desde el primero que hice me encantó la sensación. Quería más. Luego conocí a Alberto Silva y Alonso Carrillo, mi jefe de equipo, y me dijeron que llegar al Dakar era posible.

¿Cómo se ha preparado para este momento?

Ha sido el año más intenso de toda mi vida. Al igual que el nombre de mi equipo “De cero al Dakar”, soy una persona que literalmente comienza desde cero y termina en el Dakar. En la parte de manejo, lo más difícil es aprender a confiar en ti mismo cuando a veces una duda es un error grave en este tipo de caminos.

¿Qué otros aspectos resultaron complejos?

La navegación es muy complicada. Todavía tengo problemas con eso, pero lo bueno es que Alberto sabe todo y será un gran apoyo y soporte. Más difícil aún fue conseguir los patrocinadores y convencer a las empresas de que nos apoyen porque no resulta un deporte muy popular en Perú.

¿Qué experiencia le dio correr el rally Baja Inka?

Era mi primera competencia y la pasé muy bien. Aprendí un montón, sobre todo a ir a lo seguro y no maltratar el carro, pero uno nunca sabe lo que pasará en la carrera. Creo que podré terminar, porque lo tengo bien medido.

¿Se atreve a hacer alguna promesa si llega a la meta?

Prometo seguir corriendo y seguir demostrando que los sueños se pueden cumplir, porque el camino hacia cumplirlo ya es un sueño hecho realidad.

¿Qué características tiene su todoterreno?

Es una antigua patrullera de la policía que compramos de remate. Tenía 500.000 kilómetros, pero esto demuestra la frase de que un Toyota nunca muere. Le hemos cambiado algunas piezas por repuestos originales y dejamos el motor. También le reducimos 600 kilos de peso. La hemos hecho muy simple porque mientras más básica sea, menos opciones de que te falle.

Su siguiente sueño será hacerlo en 2019 a bordo de un camión.

Sí, nuestro proyecto es poder reunir el dinero suficiente para ser el primer equipo peruano que corre el Dakar en un camión, porque cualquier amante del cross country siente especial admiración por los camiones. Son como los elefantes a los que el resto de animales respetan cuando pasan ante ellos. No importa cuánto tiempo demore. Hay que intentarlo, y es lo que voy a intentar.

Con información de EFE

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