Un grupo de investigadores ha señalado que no hay en el mundo dos personas con la cara igual, al escuchar esta premisa todos podrían preguntar, ¿y los gemelos? Ellos afirman que ni estos hermanos tiene el mismo rostro.}
Los estudiosos de la Universidad de Berkeley quisieron conocer la causa y razón por la que no se da esta situación en los hombres y tras realizar un estudio indicaron que es el resultado de la presión evolutiva para que cada uno de nosotros sea único y fácilmente reconocible.
El ecólogo conductual Michael J. Sheehan señaló que su estudio muestra que los seres humanos han sido seleccionados para “ser únicos y fácilmente reconocibles”. “Está claro que no solo es beneficioso para mí reconocer a otros, sino también ser reconocible. De lo contrario, todos seríamos muy parecidos”, preciso.
En el estudio, los investigadores se preguntaron si rasgos como la distancia entre los ojos o la anchura de la nariz es fruto de la casualidad o la selección evolutiva ha provocado que sean más variables, únicos y distintivos.
Los investigadores encontraron que los rasgos faciales son mucho más variables que los demás rasgos corporales, como por ejemplo la longitud de la mano, y que los rasgos faciales son independientes de otros rasgos faciales, a diferencia de la mayoría de las medidas del cuerpo. Las personas con brazos más largos, por ejemplo, suelen tener las piernas más largas, mientras que las personas con narices más anchas o de ojos muy separados no tienen obligatoriamente narices largas. Ambos resultados sugieren que la variación facial se ha mejorado a través de la evolución.
Finalmente, los científicos compararon los genomas de personas de todo el mundo y encontraron más variaciones en las regiones genómicas que controlan las características faciales que en otras zonas del genoma, una señal de que la variación es evolutivamente ventajosa.
Fuente: ABC