Hay cuerpos que pese a los años de entierro y muerte lucen en perfecto estado de conservación. La ciencia explica que en algunos casos el proceso es natural y en otros reciben la ayuda (confesada o no) del hombre

Según explica el antropólogo forense, José Manuel Reverte Coma estos cadáveres que aparecen conservados no tienen nada de mística o magia.

La sequedad del ambiente, unido a la ausencia de insectos, provoca que los monasterios sean lugares ideales para que se den este tipo de fenómenos. Se trata de un proceso de desecación espontánea o natural que impide la putrefacción y descomposición del cadáver.

“Este fenómeno se da en algunos lugares como son las criptas de algunos monasterios donde la sequedad del ambiente y la ausencia de insectos, unido quizás al hecho de que el cuerpo estaba […] exento de grasa y a la existencia de un medio interno adecuado para destruir las bacterias responsables de la putrefacción, permite que el cuerpo se deseque en forma natural conservándose incorrupto por tiempo indefinido”, cuenta.

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Otro camino, opuesto al anterior, es cuando el cadáver queda en un ambiente de

humedad relativa, pero estéril.

“Se produce el fenómeno llamado ‘adipocira’ (de adipós, grasa y cira, cera). Primero se produce una saponificación (transformación de los tejidos en jabones mediante la grasa) y luego una fase plástica, durante la cual las partes blandas se transforman en algo parecido a la plastilina”, afirma.

Otro caso que puede darse es la petrificación, transformación del cadáver en material pétreo debido a la infiltración por hidrioxipatita y carbonato cálcico.

El aislamiento del cuerpo del oxígeno es un factor importante para la conservación de sus órganos.

Fuente:BBC