El término coreano haenyeo se refiere a las mujeres submarinistas que desde hace varios siglos se dedican a recoger mariscos con las manos y sin equipo de respiración, para alimentar a sus familias.

La vida de una haenyeo empieza cuando una niña cumple 15 o 16 años, tras recibir clases de natación y ‘muljil’, que se refiere a la recolección debajo del agua.

Estas mujeres siguen practicando su oficio hasta los 60 años, o incluso más. Para bucear, las haenyeo solo llevan unas máscaras de protección, un tubo redondo para mantener el equilibrio y una cesta donde ponen los mariscos.

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Algunos relacionan la popularidad de esta profesión entre las mujeres con el hecho de que su cuerpo está mejor preparado para soportar las aguas frías. Otros opinan que son mejores submarinistas que los hombres. Como consecuencia, en muchos casos las mujeres se convertían en los sostenes de las familias, mientras que los hombres se quedaban en casa cuidando a los niños.

No obstante, a pesar de una larga historia, hoy en día esta profesión está en vías de extinción, principalmente debido a que desde los años 70 del siglo pasado, las familias de muchas jóvenes podían permitirse pagar por sus estudios universitarios.

Mientras que en los años 50, en la isla de Jeju había unas 30.000 haenyeo, en 2003 solo se registraron 5650 y la mayoría de ellas eran mayores de 50 años. En 2014, solo unas 4.500 mujeres seguían buceando y la mayoría superaba los 60 años.