Cada cuatro años el calendario agrega un día más al mes de febrero que pasa de tener 28 días a 29, ¿te has preguntado por qué pasa eso? ¿cuándo se creó esa “ley? ¿cómo hacen la personas que nacieron esa fecha? Aquí te contamos cómo surgió el .

El año bisiesto se creó para ajustar y equilibrar el año cronológico con el año trópico. Esta añadidura ayudan a que el calendario anual se mantenga según sus estaciones y no hayan desbalances.

¿Y si no se le agregara un día a febrero, nos afectaría?

Según narra la National Geographic “la Tierra tarda 365.256 días en completar una vuelta alrededor del Sol. Para lograr sincronizar año solar con año cronológico, cada 4 años el año pasa a tener 366 días en vez de 365, de este modo las estaciones no se confunden, y por ejemplo, el inicio de la primavera, puede seguir siendo el 21 de marzo”. Así que ¡sin años bisiestos cada 12 años los calendarios se desfasarían 3 días!

¿Cuándo se dieron cuenta de eso y por qué se le agrega a febrero?

En 46 a. C. el emperador romano Julio César, que admiraba el calendario egipcio, encargó al astrónomo Sosígenes que ideara uno para Roma. Aquel calendario, denominado Juliano, tenía 365 días más un día suplementario cada cuatro años (el bisiesto), en febrero, último mes del año romano.

Cuando en 1582 el Papa Gregorio XIII lo reformó, quedó establecido que cada 4 años se agregara un día a febrero excepto en los fines de siglo que no fueran divisibles por 400.