Tristemente célebres por la ropa de luto que visten, las ‘viudas negras del Cáucaso’ son jóvenes que han perdido a su esposo o a algún pariente cercano, padre o hermano, en las operaciones antiterroristas que Rusia ha llevado a cabo en Chechenia, Daguestán o Ingushetia, todas regiones que pretenden independizarse de Moscú.

La aparente frialdad y el sigilo con el que se mueven estas mujeres no suele levantar sospechas. Aunque tras sus matanzas como la concretada en el metro de Moscú en abril de 2010, con 40 víctimas fatales, la sola presencia de una mujer vestida de negro ya provoca el alerta de cualquier viajero.

Las cifras del terror avalan este miedo automático: se calcula que desde el año 2000 hasta ahora las “viudas negras” han sido culpables de 780 muertes ocurridas en 20 atentados. Estas extremistas saltaron a la fama en 2002 cuando tomaron por asalto el teatro Dubrovka, ubicado en pleno corazón de Moscú.

Pero como las fuerzas especiales rusas “gasearon” el lugar antes de que las mujeres pudieran inmolarse, las imágenes de estas últimas envueltas en telas negras y con su rostro pálido tras haber muerto asfixiadas dieron la vuelta al mundo, según publica el diario ‘El Mundo’.

Esta falla de las “viudas negras” ha provocado que algunos expertos comenzaran a considerar que no son un arma perfecta como otros creen. “A menudo el proceso de lavado de cerebro dura mucho tiempo, pero cuando la joven está lista para convertirse en herramienta letal no se puede esperar mucho antes de usarla”, afirma el analista Alexei Filatov.

Fuente: Infobae.com