La probabilidad de que seamos testigos de una guerra mundial es la más baja existente en las últimas décadas, asegura el corresponsal y analista de la revista ‘The Week’, John Aziz.

En un artículo, Aziz analiza los factores por los que se han reducido las posibilidades de que haya un nuevo conflicto global y explica qué es lo que ha cambiado desde la Segunda Guerra Mundial.

Garantía de destrucción mutua

El primer gran cambio después de la última contienda bélica a nivel global fue la aparición de la destrucción mutua asegurada. “No es ninguna coincidencia que el final de la última guerra mundial coincidiera con la invención de las armas atómicas”, señala en el artículo.

Fuertes relaciones económicas

En términos económicos, el mundo está actualmente muy interconectado. Existen numerosos tratados de cooperación económica y de libre comercio que han entrelazado las economías de los países de todo el planeta. Además, ha habido un enorme aumento en el volumen del comercio mundial desde la Segunda Guerra Mundial y desde la década de 1980 en particular, agrega Aziz.

La globalización

“Si estallara una guerra global, el comercio mundial se convertiría en una pesadilla”, indica. Los envíos de artículos como smartphones, laptops y demás serían más caros y ciertas áreas podrían llegar a quedarse sin productos, componentes o suministros de energía.

Democracia y tecnología

Otros cambios desde la Segunda Guerra Mundial han sido de carácter social. Los países democráticos, apunta el artículo, no tienden a enfrentarse en guerras. Además, Internet acerca a millones de personas a diario.

Fuente: Actualidad.rt.com