El teniente Mitsuo Fuchida, quien comandaba la escuadra de aviones que atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, es en buena parte responsable de lo que sabemos de aquel día. Pero se ha demostrado que faltó a la verdad en relevantes detalles de sus memorias de los hechos. ¿Por qué? La respuesta es compleja.

Es cierto que Mitsuo Fuchida (1902-1976) era un aviador experimentado que dirigió desde el aire el ataque aéreo a Pearl Harbor hoy hace 72 años. Él fue, precisamente, el encargado de enviar el mensaje por radio: Tora! Tora! Tora! (Tigre, tigre, tigre, lo que significaba que habían pillado al enemigo por sorpresa).

También es cierto que fue el estratega encargado de recontar los daños causados en el ataque a la flota estadounidense del Pacífico. De hecho, Fuchida consignó en un mapa dibujado a mano todos esos daños, un mapa fidedigno que el último viernes se subastó en Nueva York por 445.000 dólares.

¿VERDAD O FICCIÓN?

Pero su figura está llena de contradicciones. Siempre ha escrito que discutió violentamente (“fue una discusión amarga e iracunda”) con el almirante Cuichi Nagumo cuando volvió desde Pearl Harbor al portaviones Akagi.

Según su propio relato, tenía la convicción de que el golpe asestado a la Armada de EE.UU. no sería eficaz sin enviar una tercera oleada de aviones para destruir las inmensas provisiones de combustible que almacenaban en la isla estadounidense, y que aseguraban el mantenimiento de una flota durante el conflicto en el inmenso océano.

Pero siempre se ha tratado de desmentir su versión. No parece muy probable que un almirante como Nagumo pudiera tolerar sin consecuencias una discusión tan desagradable con un oficial de grado tan inferior y encima el día en el que se brindaba por la victoria recién obtenida.

Mientras que el documentalista Jonathan Pashall cuenta que el aviador más tarde elaboró otro relato según el cual no atacaron los depósitos de combustible de Pearl Harbor porque querían utilizarlos más adelante en la guerra después de la invasión de Oahu, en Hawái. Los documentos desmienten la existencia de estos planes de invasión en 1941.

Fuente: Abc.es