La marca Domino ha sido, históricamente, la dominadora del mercado del azúcar en Estados Unidos. La gran mayoría de la producción se fabricaba en la refinería del distrito neoyorquino de Brooklyn, que llevaba funcionando desde 1856.

Según Yahoo.es, diversas decisiones empresariales condujeron al cierre de la planta en 2004, tras 148 años de funcionamiento. El edificio, uno de los más emblemáticos y representativos del barrio, permanece abandonado desde entonces.

Sin embargo, a la construcción le queda poco tiempo de existencia, ya que los propietarios han decidido vender los terrenos para edificar apartamentos. El ayuntamiento acaba de aprobar un plan de reordenación urbana para la zona, por lo que el derribo del lugar más dulce de la ciudad es inminente.

Por eso, el fotógrafo Paul Raphaelson decidió adentrarse en la antigua factoría y captar sus últimos momentos antes de que en el solar no queden más que escombros.